Dios vuelve en una Harley. Hace muchos años que mi madre me regaló este libro. Por su título, la verdad, lo rechacé enseguida de leer y lo abandoné en una estantería. Luego me mudé a mi casa y se vino conmigo (y no fue al trastero, cosa rara) para volver a ser abandonado.
Esta semana, y tras estar apática, sin ganas de seguir con novelas históricas, de misterios, negras,... que son las que últimamente llenan mi cabeza, lo cogí sólo porque era el libro más corto que tenía en la estantería. Pues bien cual fue mi sorpresa que ya no paré. Sólo son 8 capítulos que se leen bastante rápido y que te dejan con una sonrisa tonta de asentimiento a cada palabra que dice, al verte reflejada en la protagonista.
El argumento trata sencillamente de una mujer de 37 años que vuelve a su ciudad tras siete años de intentar encontrarse a sí misma tras huir de una ruptura amorosa. Con una figura que no se ajusta a los cánones de belleza, Christine tiene pocas esperanzas de encontrar al hombre con quien compartir su futuro. Lo que no sabe es que Dios ha vuelto a la tierra para entregarle unas simples reglas de vida, acordes con nuestro tiempo, que harán de ella una mujer distinta y libre.
Aunque vista chupa de cuero y cabalgue una Harley Davidson, en sus ojos se halla la sabiduría y en sus palabras sencillas descubrimos lo que siempre habíamos sospechado: el camino hacia la felicidad empieza y acaba en nosotros mismos.
Aunque esté catalogado como libro de autoayuda, creo que es más que eso, no puedo describirlo con palabras todavía, sólo os digo que este libro debería ser de lectura obligada para todo el mundo en algún momento de su vida. No soy creyente pero como ocurre en "La sombra del viento" de Carlos Ruiz Zafón, creo que este libro elige a la persona y el momento concreto para ser leído y no al revés.
Si alguna vez lo leéis ya me contaréis qué sensación os produce en vuestro corazón.
1 comentario:
Pues yo sólo te digo que a ver si lo encuentro y me lo cojo!!
Gracias por la recomendación!!
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